Existen muchas formas de plantar cannabis en tu casa y cada uno tiene sus trucos. Sin embargo, conviene asesorarse previamente con expertos en la materia, como grow shop online, donde podrás conseguir mucha más información detallada al respecto.

¿Cómo plantar?

Las plantas hembras producen las flores gordas, también llamadas «cogollos», que conocemos y amamos, y que están llenas de compuestos psicoactivos como el tetrahidrocannabinol. En otras palabras, si quieres disfrutar realmente de tu cosecha, querrás plantas hembra.

Si compras semillas en un banco de semillas, busca las que lleven la etiqueta «feminizada» para asegurarte de que dan lugar a plantas femeninas, dice Johnson. Pero si eres un novato total, sugiere comprar clones, que son esquejes de una planta hembra «madre», disponibles en algunos dispensarios, así como en viveros. No sólo son más fáciles de obtener, «son más fáciles de cultivar. Consigues un clon y lo trasplantas a un terreno».

La temporada de cultivo al aire libre dura desde abril hasta octubre, lo que significa que si se plantan las semillas ahora, seguirán dando flores, pero no muchas. Como ya es tarde en la temporada, sugiere comprar un clon grande, que tendrá más ramas y, por tanto, producirá más flores.

Pero no te pases. Empieza cultivando tres plantas en macetas de cinco galones. Así, si una muere, seguirás teniendo dos plantas, y las macetas limitarán su crecimiento. Una regla general es que crecerán 30 centímetros por cada litro de tierra. Es recomendable mezclar tu propia tierra orgánica y te ahorrará el dolor de cabeza de añadir nutrientes o comprobar el pH. La tierra es lo que llamamos viva y siempre está descomponiendo cosas para reponer los nutrientes que le faltan. Pero si no puedes mezclar tu propia tierra, o no te apetece, puedes comprar tierra orgánica, que utilizan muchos cultivadores de exterior.

Hagas lo que hagas, no plantes tus clones en el suelo. Se desbocarán y tendrás kilos de hierba en tu casa. No necesitas el estrés de que las plantas se descontrolen y crezcan por encima de tu valla. Si tus vecinos pueden verlas, podrían quejarse de ellas, y tener demasiadas plantas podría hacer que te arrestaran.

Como los clones proceden de plantas que han sido cultivadas en interior, deja que los tuyos se enfríen en una zona de sombra durante una semana antes de exponerlos a pleno sol. El clon no ha probado el sol así, y el propio trasplante será estresante.

Mantenimiento

Si utilizas tierra orgánica, todo lo que necesitas hacer es añadir agua, pero no te excedas. El error número uno que ve cometer a los nuevos cultivadores es regar sus plantas con demasiada frecuencia. En general, regar todos los días es demasiado. La regla es que, si al coger la planta, la maceta pesa, tiene suficiente agua. Si es ligera y está seca, entonces hay que regar. También puedes meter el dedo hasta los nudillos en la tierra; si la sientes seca, añade agua.

Dicho esto, cuando tus plantas estén en plena floración, puede que tengas que regarlas a diario, basándote en estos indicadores. Cuando las riegues, sigue haciéndolo hasta que veas que el agua sale de la tierra, para asegurarte de que el agua llega a toda la tierra de la maceta.

Cosecha

Tu cannabis estará listo para ser cosechado alrededor de octubre. Sabrás que está listo cuando los cogollos empiecen a estar muy, muy hinchados y apretados. Pero puede ser difícil saberlo si eres un principiante. Muchos cultivadores dicen que si crees que tu planta está lista para cosechar, espera dos semanas, ya que muchos novatos tienden a cosechar demasiado pronto. También puedes compartir una foto de tu cosecha en un foro y pedir a los cultivadores más experimentados que opinen.

Hay diferentes métodos de cosecha. Muchas veces, se corta la planta entera por la base y se cuelga boca abajo con un cordel en una habitación oscura a una temperatura de unos 70 grados Fahrenheit. Añade un ventilador para que circule el aire: no querrás que la habitación esté húmeda, ya que esto provocaría la aparición de moho, lo que dejaría tu cosecha inservible. Probablemente tardará alrededor de una semana en secarse.

Para comprobar si tu cannabis está listo para ser cortado, realiza una prueba de rotura en cada rama. Si se dobla tanto que casi se rompe, entonces está lista, y si se rompe enseguida, puede que esté demasiado seca, pero todavía es totalmente utilizable. Recorta los cogollos y séllalos en un tarro de cristal para que se curen, abriéndolo periódicamente durante unas cuatro semanas para que salga la humedad.

Una vez que hayas curado tu cannabis, echa un poco de cogollo en un cuenco, o en el método de consumo que prefieras, y saborea tu cosecha, que tanto te ha costado conseguir.