El Cobogó es un elemento fundido originalmente creado en Recife por tres ingenieros, para facilitar la entrada de luz y ventilación a los ambientes ya la vez traer privacidad a los usuarios sin acabar con la interacción con el ambiente externo. Fue muy utilizado por los modernistas brasileños en la década del 50 y se convirtió en una marca en la arquitectura de Lúcio Costa cuando hacía referencia a la arquitectura Colonial. Otros arquitectos que utilizaron mucho el Cobogó en sus obras fueron: Affonso Eduardo Reidy, Oswaldo Bratke, Marcio Kogan y claro, el inconfundible Oscar Niemeyer.
Inicialmente producido en cemento se fue adaptando a las nuevas tecnologías y hoy es fabricado en varios materiales: resina, plástico, cerámica, Elementos vazados de louça y el clásico concreto; que puede a veces ser de madera o metal. La elección del bloque hueco ideal para su casa dependerá de la propuesta arquitectónica para ella o ambiente en que será utilizado, pues posee varios estilos; retro, colorido, arrojado y clásico. Y pueden ser aplicados tanto en interiores como en exteriores industriales y comerciales.
Tiene varios colores, modelos, tamaños y valores. Un bloque de cemento cuesta de 3,00 a 25,00 la unidad. Ya un bloque de vajilla más elaborado queda de 32,00 a 45,00 la unidad. Los más arrojados pueden costar 480,00 el metro cuadrado. No siempre el más caro es el más bonito y con más calidad, el bloque elegido dependerá del proyecto. En su colocación tiene que tener mucha atención, y tener calma en el asentamiento de las piezas, pues son delicadas y necesitan ser hechas de la manera correcta para quedar seguras.