Desde tiempos antiguos, las constancias auténticas como firmas o sellos, son utilizadas para dar legitimidad a diferentes documentos legales presentados por la comunidad en general. Los profesionales que se dedican a los estudios notariales son llamados “fedatarios” públicos, encargados de autorizar mediante una firma clara, el carácter público de autenticidad de un documento privado.
En el ámbito extrajudicial, un sello plasmado por un notario establece que cierto documento presentado es legítimo y válido en el campo. Los estudios notariales están amparados bajo las leyes que proporcionan total fe sobre la autenticidad de tratados mercantiles o de naturaleza civil, así como también asesorar a las personas en otros procedimientos públicos como los derechos hereditarios. Para más información sobre los estudios notariales puedes ver Posadas y Vecinos, un ejemplo de cómo funciona una notaría.
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¿Quiénes son los notarios? Conoce a los profesionales que se dedican a los estudios notariales
Son aquellos profesionales considerados servidores públicos y que prestan su labor para dar fe pública o notarial de algún documento entre partes. Como se mencionó con anterioridad, en el aspecto extrajudicial, los notarios están resguardados por la ley, proporcionándolos de un poder especial para reconocer como válidos o legítimos a los actos públicos ejercidos por la comunidad en general.
Asimismo, el notario además de sus funciones primordiales, cumple con una extra de suma importancia para el sistema notarial. Ellos son los responsables custodios de los llamados protocolos notariales o también conocidos como archivos notariales, lugar donde son almacenados en orden y bajo extrema privacidad, los documentos que son consignados por las personas.
Por ende, un notario al archivar un documento generado en la notaría donde desempeña su actividad laboral, evita que sean destruidos. De esa manera, son conservados con el tiempo para ser revisados o inspeccionados de presentarse alguna eventualidad posible o si el usuario previa cita guste conocer detalles olvidados sobre papeles notariados en el pasado.
Aquellos que se dedican a los estudios notariales poseen un valor añadido para la sociedad, puesto que son testigos principales para la mayoría de las acciones públicas y documentadas de la sociedad a gran escala, de manera que su importancia es realmente pesada dentro de la administración pública para engranar un óptimo funcionamiento de todas las partes involucradas.
Los notarios deben seguir, además de su estricto sentido del labor para con el público, un impulso moral que los define externamente. Deben ejecutar sus acciones notariales sin tomar partida por terceros, otra de las características o aspectos primordiales que los diferencian de los abogados.
¿Cuáles son las funciones de los notarios públicos?
Quienes se dedican a los estudios notariales ofrecen una serie de servicios que pueden ser enumerados fácilmente para conocerlos. Se les considera altamente demandados por empresas privadas o por la mismísima administración pública e incluso personas naturales que necesiten consignar una escritura pública.
Entre sus funciones más importantes, aparece en primer plano aquella destinada a agilizar los procesos notariados, como es de esperarse. Esto no quiere decir que sean partidarios de una causa, sino que los notarios trabajan bajo un sistema amplio conformado por diversas partes que se delegan las diversas tareas a ejecutar para ofrecer un gran servicio al cliente.
Es el encargado de elaborar y tramitar las escrituras públicas para las demandas establecidas por la ley o cuando una persona por su propia voluntad desee llevar a cabo el procedimiento notarial con esta clase de profesionales.
Reconoce y aporta autenticidad tanto de documentos privados como públicos mediante firmas o sellos que avalen al mismo. Es importante resaltar que, así el notario se encarga de expedir o recibir escrituras públicas, también entre sus capacidades yace la posibilidad de otorgar copias de tales documentos.
A su vez, los profesionales que se dedican a los estudios notariales ofrecen asesoramiento en el área tributaria, planificando una correcta recaudación de las constancias que especifiquen la cancelación de los tributos por parte de una empresa.
Tomando en cuenta otros aspectos, los notarios igualmente se encargan de realizar notas referenciales, aclarando disyuntivas que puedan existir entre una escritura pública u otra, así como también posee la potestad de corregir o pedir que se modifique una de las mismas de ser el caso para evitar inconvenientes.
Términos básicos: ¿Qué se entiende por escritura y fe pública?
Una escritura pública no es más que un acta de referencia o documento de texto que contiene un hecho o derecho autorizado por un notario. Se le describe como un instrumento notarial, donde se refleja detalle a detalle las acciones, declaraciones o decisiones que fueron tomadas por las personas responsables de la escritura.
El notario es el encargado de recibir el documento luego de ser consignado por las partes o al menos una de ellas para dar su fe pública. Esto significa que quedará validado ante el mismo y a partir de ese momento es reconocido como un contrato o documento legítimo que posteriormente es archivado en su respectiva legislación.
Por otra parte, la fe pública o notarial, es una función desempeñada por el notario, permitiéndole autenticar escrituras públicas. La fe pública está amparada bajo las regulaciones legales de los distintos países que la practican, de manera que un notario está plenamente autorizado para aplicarla según sea el caso.