Para empezar, hay que saber que el bocio es una enfermedad en la que la glándula tiroides aumenta de tamaño. Toda la tiroides puede aumentar de tamaño o puede desarrollar uno o más bultos pequeños llamados nódulos tiroideos. La glándula tiroidea es una pequeña glándula endocrina con forma de mariposa situada en el cuello, debajo de la manzana de Adán.
Estas hormonas desempeñan un papel en determinadas funciones corporales, como por ejemplo, el metabolismo, la temperatura corporal, el estado de ánimo y la excitabilidad, el pulso y la frecuencia cardíaca, la digestión, etc.
El bocio puede estar asociado a una cantidad irregular de hormona tiroidea en el organismo (hipertiroidismo o hipotiroidismo) o a niveles normales de hormona tiroidea (eutiroidismo). El bocio tiene varias causas posibles. Dependiendo de la causa, puede requerir o no tratamiento.
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¿Cuáles son los tipos de bocio?
El bocio puede clasificarse de varias maneras, incluyendo la forma en que crece y si sus niveles de hormona tiroidea son irregulares o no. Las clasificaciones del bocio en función de su crecimiento son las siguientes:
Bocio simple (difuso): Este tipo de bocio se produce cuando toda la glándula tiroidea se hincha y se siente suave al tacto.
Bocio nodular: Este tipo de bocio se produce cuando se desarrolla un bulto sólido o lleno de líquido, llamado nódulo, dentro de su tiroides y hace que se sienta abultado.
Bocio multinodular: Este tipo de bocio se produce cuando hay muchos bultos (nódulos) dentro de la tiroides. Los nódulos pueden ser visibles o sólo se descubren mediante un examen o una exploración.
Bocio tóxico: Este bocio se produce cuando el tiroides está agrandado y produce demasiada hormona tiroidea.
Bocio no tóxico: Si tiene el tiroides agrandado pero los niveles tiroideos son normales (eutiroides), se trata de un bocio no tóxico.
En otras palabras, no tiene hipertiroidismo (tiroides hiperactiva) ni hipotiroidismo (tiroides hipoactiva). Los profesionales sanitarios combinan estos descriptores para clasificar ciertos tipos de bocio a la hora de diagnosticarlos. Por ejemplo, el bocio multinodular tóxico se produce cuando hay más de un nódulo en el tiroides -generalmente varios- que producen una cantidad extra de hormona tiroidea.
La salud del tiroides es un tema fundamental, que con la edad puede provocar grandes problemas. De hecho, al llegar a la tercera edad las personas, suelen sufrir muchos achaques y suele ser muy conveniente para ello realizar una Dieta Mind.
¿Qué es una dieta Mind?
La dieta MIND es una dieta saludable para el cerebro que significa Intervención Mediterránea-DASH para el Retraso Neurodegenerativo. Es un híbrido de la dieta DASH (Enfoques Dietéticos para Detener la Hipertensión) y la dieta mediterránea, y se centra en los grupos de alimentos de cada dieta que pueden aumentar la capacidad cerebral y protegerla de problemas relacionados con la edad, como la enfermedad de Alzheimer.
Los principios de la dieta MIND incluyen 10 grupos de alimentos que debes comer y cinco que debes limitar. Básicamente, todos los días se deben comer al menos 3 porciones de granos enteros, frutas y verduras, de 1 a 2 porciones de frijoles, aves y pescado cada semana, y los bocadillos diarios pueden incluir nueces y bayas. La dieta también hace hincapié en elegir mayoritariamente el aceite de oliva como fuente de grasa saludable para cocinar tus alimentos.
Aunque no es necesario eliminar por completo las carnes y los lácteos de las comidas, la dieta recomienda comerlos con moderación, menos de cuatro veces por semana. En su lugar, la dieta recomienda sustituirlos por frijoles y legumbres repletos de proteínas que son importantes para la salud del cerebro.
Los alimentos en los que debe centrarse la dieta MIND son:
Verduras de hoja verde como la col rizada, las espinacas y la berza (al menos una ración diaria)
Todas las demás verduras (2 o más raciones al día)
Bayas (2 o más porciones por semana)
Frutos secos (5 o más raciones a la semana)
Aceite de oliva (a diario)
Cereales integrales (3 o más raciones al día)
Pescado/marisco (1 o más raciones a la semana). Elija pescados grasos como el salmón, la caballa, el arenque y las sardinas.
Judías (4 o más raciones a la semana)
Aves de corral (2 o más raciones a la semana)
Vino (un vaso al día, pero puede saltárselo)