La cría de aves es una actividad pecuaria de gran importancia y con una dinámica constante que permite la producción de carne y huevos para el consumo humano.

Esta práctica se ha tecnificado con el paso del tiempo desde todo punto de vista, desde la metodología que aplican los productores para el cuidado de las gallinas, hasta los instrumentos que utilizan para suministrarles el alimento, así como las estructuras necesarias para fortalecer los procesos productivos.

Esta optimización ha permitido mayor sustentabilidad en esta explotación comercial porque está fundamentada en la genética, nutrición y cuidado de la salud del animal.

Los comederos para gallinas garantizan la nutrición correcta

Indistintamente que la producción avícola se realice de forma artesanal o industrial, los comederos de gallinas tienen una importancia particular para que el proceso de crianza se cumpla de forma eficiente, y en consecuencia se logre consolidar una producción estable.

Uno de los principales instrumentos que deben seleccionar los criadores de aves son los dispensadores de alimentos, los cuales se han renovado con el paso del tiempo para suministrar la ingesta nutricional correcta a estos animales.

Actualmente estos implementos se han diseñado en distintas formas para ofrecerles mayor comodidad a las aves mientras consumen su alimento, y al mismo tiempo para evitar que se desperdicien grandes cantidades de pienso.

En el mercado avícola pueden conseguirse comederos de gallinas lineales que son ideales para colocar en el suelo y distribuir de forma adecuada el alimento.

Están elaborados en plástico o metal y no requieren de instalación. Asimismo, los platos de altura reducida son uno de los más utilizados sobre todo para aves de poca edad, las cuales ya pueden alimentarse de forma autónoma.

De igual manera, las tolvas colgantes o de suelo son uno de los dispensadores de comida más innovadores y que al añadirles otros accesorios pueden resultar de mayor beneficio para el cuidado de las gallinas.

Otra de las innovaciones en este tipo de instrumentos son los comederos automáticos que tienen características muy particulares para proteger el alimento de roedores externos y facilitarles el pienso a las aves.

Jaulas que aumentan la producción de huevos

Un porcentaje alto de la producción de huevos proviene de la cría de aves en jaulas para gallinas ponedoras, este método permite reducir el coste de producción.

También estos instrumentos se han perfeccionado en los últimos años para ofrecerles una estancia a las aves de mayor comodidad y se aumente la puesta de huevos.

Existe diversidad de tipos y tamaños de jaulas para gallinas, las cuales se deben elegir de acuerdo con el número de animales que se tengan en producción.

Uno de los más recientes inventos en el área avícola fueron las jaulas de batería, las cuales se han mejorado en su fabricación en cuanto a diseño y material.

Normalmente son pequeños recintos de malla metálica que pueden medir entre los 386cm2 y 516cm2 de acuerdo con las exigencias de los entes reguladores de esta actividad pecuaria. Algunos modelos son de mayor tamaño e incluyen camas o nidos para que la gallina se sienta más cómoda.

Los ponederos mecánicos disminuyen el coste de mano de obra

La actividad avícola integra una serie de elementos que generan gastos, cuando el principal objetivo del productor es aumentar la producción de huevos diariamente.

Uno de estos factores está representado por la necesidad del recurso humano para agilizar la operatividad de la granja. Es por eso que los ponederos para gallinas han significado una solución para la recolección y producción de huevos.

Este importante mercado ha crecido vertiginosamente hasta lograr tecnificar los nidos de las aves para que el proceso de puesta sea efectivo y óptimo. En la actualidad se consiguen estructuras de uno o más departamentos para albergar varias gallinas y facilitar el acceso para el retiro de los huevos.

Estos ponederos para gallinas reducirán la puesta de huevos fuera de los nidos, lo cual favorece la disminución de la necesidad de mano de obra y contribuye con la protección de los huevos de ciertos agentes externos que pueden dañar su calidad.

Sin duda, la tecnología ha incrementado los niveles de seguridad en la actividad avícola para fomentar una producción estable y de calidad. Además, ha facilitado los procesos operativos de las granjas, optimizándolos y a su vez reduciendo los costes necesarios para la productividad.