Todo momento de la vida se va construyendo en base del aprendizaje. Y cuando dos mentes y corazones se unen en vida conyugal, dichas construcción y aprender se hacen en base de la comunicación y aportes mutuos.

No es casarse y ya, cada quien funciona por su lado y listo. Sí bien ha de existir independencia, es más los que los entrelaza que lo que les da momentos de individualidad.

No sólo los consejos de padres, hermanos, demás parientes, amigos, colegas y vecinos es necesario para poder hacer mejor lo cotidiano sin interferir en su relación amorosa. También es popular y muy útil una carta astral en pareja que dé luces sobre las compatibilidades o no que existan.

Dicha información estimula el conocimiento mutuo, para corregir y aumentar, aportando elementos que hagan más sólidas las paredes y pisos en los que se construye el amor entre los esposos o novios que viven juntos.

Nadie nace aprendido, todo nos enseña; y todo lo bueno que llegue a nuestro mejoramiento personal, es una ganancia llamada, bendición.