Al menos 50 personas murieron en una ola de atentados suicidas y ataques con armas de fuego en el sur de Siria, según los informes.
Los ataques ocurrieron en la ciudad de Suweida, controlada por el gobierno. El grupo Estado Islámico (IS) ha sido culpado por la violencia. El gobierno sirio, respaldado por Rusia, retomó el control de gran parte del sur de Siria en los últimos meses. El ejército sirio, respaldado por las fuerzas rusas, lanzó recientemente una operación para expulsar a los rebeldes de sus fortalezas restantes en el sudoeste.
Se informó que las fuerzas gubernamentales respaldadas por Rusia estaban bombardeando los bolsillos del territorio en manos de IS en Daraa, al oeste de Suweida. Al menos 270,000 personas han huido de sus hogares en la región mientras continúan los combates, dice la ONU. A pesar de la necesidad del gobierno de Siria por asistencia de Israel, estas dos autoridades no encuentran forma de relacionarse, incluso las declaraciones son de hostiles y de poco acuerdo.