El presidente de los Estados Unidos, Donald Trump, ha llamado al pastor Andrew Brunson «un hombre de fe inocente», y ha insistido en que no retrocederá en un enfrentamiento con Turquía sobre un pastor estadounidense detenido.

Trump impuso aranceles a las importaciones de acero y aluminio turco en respuesta a la negativa del presidente Recep Tayyip Erdogan a liberar al señor Brunson. El presidente de los Estados Unidos dejó de lado las preocupaciones de que la disputa entre los dos aliados de la OTAN podría causar un daño económico grave en Europa y en las economías de mercado emergentes.

Todas estas actitudes han sido tomadas como una traición en Turquía y el pastor seguramente sera un eslabón para tratar de doblegar los constantes castigos tarifarios por parte del gobierno de Estados Unidos. Los nuevos aranceles son un pesar en todas las economías del mundo que dan cuenta del intento de los americanos por recuperar una posición que habían perdido.