El asesor jurídico ayuda a los clientes a evitar los litigios. Su principal cometido consiste en aconsejar cómo evitar problemas legales mientras se gestiona el negocio, se apoyan las causas favoritas o se resuelve cualquier otro asunto espinoso que surja. Los asesores jurídicos también pueden ayudar a las organizaciones sin ánimo de lucro a establecer y cumplir los requisitos de su estatus de exención fiscal. Los asesores gubernamentales pueden ayudar a establecer la política a nivel local, estatal e internacional. En el ámbito nacional, por ejemplo, esto puede incluir la redacción de políticas que orienten a los agentes federales sobre cómo equilibrar los derechos civiles con la seguridad nacional.

Descripción del trabajo

Los asesores jurídicos pueden ser personales, empresariales, gubernamentales o de grupos de reflexión. Si participa en contratos empresariales complejos, necesita establecer planes de sucesión o quiere evitar atolladeros normativos, tener un asesor jurídico corporativo contratado tiene mucho sentido desde el punto de vista empresarial. En su vida personal, los asesores jurídicos le ayudarán a crear sociedades de responsabilidad limitada, a redactar testamentos o a prestar servicios de cobro de deudas.

Los asesores jurídicos personales y empresariales suelen utilizar los términos «abogado» y «bufete de abogados», junto con la variante «asesor jurídico», cuando anuncian sus servicios. Si alguien le describe a usted o a su bufete de abogados como la persona a la que odian enfrentarse en los tribunales, cuéntelo como un éxito. Si alguien dice que usted ayudó a detener una demanda frívola o protegió su reputación durante un posible escándalo, ha hecho su trabajo.

Los abogados asesoran y guían a los clientes en cuestiones legales. Son el primer punto de contacto para personas y organizaciones (por ejemplo, empresas y organizaciones benéficas) que buscan asesoramiento y representación legal. La mayoría de los abogados trabajan en despachos de abogados, mientras que otros trabajan en la administración central o local, en los departamentos jurídicos de las empresas o en estructuras empresariales alternativas, un tipo de empresa que presta los mismos servicios que un despacho de abogados, pero que está controlada por personas que no son abogados.

Los trabajos de los abogados son muy diferentes según el área del derecho en la que trabajen (por ejemplo, penal o de familia) y según si su trabajo es de asesoramiento (por ejemplo, ayudar a una empresa a comprar otra) o de litigio (por ejemplo, que una empresa demande a otra). Todos los trabajos de los abogados implican una parte o la totalidad de lo siguiente:

• conocer a los clientes, averiguar sus necesidades y establecer cómo ayudarles.
• Investigar las áreas legales pertinentes y asesorar a los clientes sobre sus opciones.
• redactar cartas, contratos y otros documentos legales; y
  actuar en nombre de los clientes en las negociaciones y representarlos en los tribunales o en los juzgados.
• Ser abogado es un trabajo duro pero gratificante. En los bufetes de abogados, muchos procuradores ascienden de aprendiz a asociado y a socio. De hecho, los ejecutivos jurídicos colegiados suelen tener trabajos muy similares a los de los abogados.

Los ejecutivos jurídicos colegiados y los auxiliares jurídicos son también profesionales del derecho que trabajan en bufetes, pero para acceder a estos puestos no es necesario tener un título universitario.